Plaza del Pan, de Talavera, junto al Ayuntamiento |
Paco Heras vino destinado de Barcelona a Talavera, al Banco de España. No tenía problemas económicos, porque se ganaba muy bien la vida en el Banco. Entonces, no sé por qué circunstancias, se puso a dar clases de contabilidad en el Cervantes y dio la puñetera casualidad de que en mi casa me animaron a estudiar contabilidad. Me decía mi padre la contabilidad era imprescindible, fabulosa y se enteró de aquellas clases del Cervantes y me apunté. Paco Heras estuvo muy poco tiempo dando clases allí, apenas cuatro meses, pero fue tiempo suficiente para conocerle. Yo, por entonces, trabajaba en la radio, justo enfrente, y le invité a que se viniera un día. Las clases terminaban a las diez o diez y media, no recuerdo. Recuerdo que un día, pasaba por allí Amalio, porque Mary, su novia, vivía cerca de la academia y les presente. Yo fui quien presentó a Amalio y Paco. “Mira, Amalio, te presento a Paco, que ha venido de Barcelona” etcétera. Amalio a su vez le presentó a Enrique Ginestal, (Quique), a Fernando Millán, que trabajaba también conmigo… todos trabajábamos en la emisora.
Recuerdo que Paco anduvo por la emisora un par de días o tres, incluso colaboró, muy poca cosa.
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